1 Para empezar debo declarar que llevo un montón de años viviendo fuera de Cuba pero me mantengo actualizado de lo que sucede en la isla con lo que me cuentan mis amigos y familiares que van de visita a la isla, a través de las llamadas a la familia que aún queda y por los relatos de los recién llegados. Por extraño que parezca a veces me sorprendo de que debido a esta variedad de fuentes de información, estoy mejor informado que muchos recién llegados.

A pesar de esta limitada información hay algo en lo que casi todos coinciden y es que la situación económica y social del país es cada día peor, de que a pesar de las magras reformas que se han intentado implementar nada cambia en realidad y la inmensa mayoría de la población está descontenta.

Un europeo o un latinoamericano pensarían que en estas condiciones sería lógico que ese descontento se manifestase de alguna manera visible pero los que hemos vivido la mayor parte de nuestras vidas en la isla sabemos que eso no funciona así allá. Es tal el nivel de desilusión y desconfianza en las instituciones que el cubano ha optado por practicar una “doble moral”, es decir, decimos una cosa delante de los funcionarios del gobierno o del partido y otra totalmente distinta cuando estamos en confianza entre amigos y familiares.

La única vía que la inmensa mayoría de los cubanos creen que pueden resolver su situación es a través de la emigración, especialmente hacia los Estados Unidos. Los cubanos prefieren, paradójicamente, arriesgar sus vidas en ese intento que enfrentarse al régimen. ¿Por qué? Creo que es porque el cubano ha sido programado para esperar todo del gobierno y no cree en la posibilidad de cambios, han visto transcurrir más de 50 años sin que suceda nada y que todos los intentos terminen en fracaso

Sin embargo si existe un grupo de personas que si han tenido el valor (o al menos el incentivo) de enfrentarse al régimen y salir a las calles a demandar cambios pero desgraciadamente este grupo de disidentes no han sabido, según mi opinión muy personal, trazarse una estrategia coherente para realizar dicha oposición.

No es mi intención aquí analizar la historia del movimiento disidente dentro de la isla pero si es mi intención explicar porque creo que son tan inefectivos en su labor. Es increíble que cuando pregunto a los recién llegados qué saben sobre la disidencia en su barrio o ciudad, la respuesta es casi siempre la misma: NADA o muy poco.

Para ser honesto yo tampoco los conozco bien aunque hay algunos nombres que resaltan por la frecuencia que hablan de ellos en los medios aquí en Miami pero lo que sí sé es que la disidencia cubana tiene problemas para comunicar su mensaje y de impactar la sociedad cubana con fuerza.

Creo que esto se debe a que la disidencia está cometiendo varios errores garrafales que limitan considerablemente su influencia en la sociedad cubana, errores que pasaremos a analizar en el proximo articulo